¿Qué es la Hipnosis Clínica?

La Hipnosis Clínica o Hipnosis Clínica es el uso de un estado alterado de  conciencia, o trance para establecer un tratamiento a un problema de salud. 

La hipnosis es un procedimiento durante el cual el psicólogo sugiere un  cambio en sensaciones, percepciones, pensamientos o comportamiento. El  contexto hipnótico se establece generalmente mediante un procedimiento  de inducción. 

La Hipnosis Clínica utiliza el estado hipnótico que permite cambios en la  percepción y la memoria, y un aumento importante en la respuesta a la sugestión. 

¿Cómo funciona la Hipnosis Clínica?

La hipnosis se considera usualmente como ayuda a la psicoterapia más que un tratamiento por sí misma y se debe combinar con otras técnicas psicoterapéuticas. 

La hipnosis es una técnica natural y eficaz para acceder a la mente subconsciente. Sirve para cambiar hábitos y comportamientos no deseados y encontrar soluciones a problemas y preocupaciones, así como manejar el dolor crónico. 

Algunos usos como calmar a una persona requieren un cambio mínimo por parte del individuo. Problemas más complejos como comer en exceso, el tratamiento de trastornos de pánico o depresión reactiva requieren una intervención terapéutica más compleja junto con el tratamiento psicológico. 

La Hipnosis Clínica permite a una persona percibir las cosas de forma diferente y bloquear el dolor. 

¿Cuáles son los usos de la hipnosis?

La Hipnosis Clínica se puede utilizar en el tratamiento del dolor, la depresión, ansiedad, estrés, trastornos del hábito y muchos otros problemas psicológicos y médicos. 

Puede no ser útil para cada uno de los problemas psicológicos o para todas las personas. La decisión de usar la hipnosis como un complemento al tratamiento sólo puede hacerse al analizar cada paciente en particular. 

La hipnosis se puede usar para tratar:

  • Fobias, miedos y ansiedades.
  • Cambio de hábitos no deseados.
  • Trastornos del sueño.
  • Depresión.
  • Estrés.
  • Trastorno de estrés postraumático.
  • Dolor crónico.
  • Tabaquismo.
  • Adicciones.

 

¿Cómo funciona la Hipnosis Clínica?

La hipnosis se considera usualmente como ayuda a la psicoterapia más que un tratamiento por sí misma y se debe combinar con otras técnicas psicoterapéuticas. 

La hipnosis es una técnica natural y eficaz para acceder a la mente subconsciente. Sirve para cambiar hábitos y comportamientos no deseados y encontrar soluciones a problemas y preocupaciones, así como manejar el dolor crónico. 

Algunos usos como calmar a una persona requieren un cambio mínimo por parte del individuo. Problemas más complejos como comer en exceso, el tratamiento de trastornos de pánico o depresión reactiva requieren una intervención terapéutica más compleja junto con el tratamiento psicológico. 

La Hipnosis Clínica permite a una persona percibir las cosas de forma diferente y bloquear el dolor. 

¿Cuáles son los usos de la hipnosis?

La Hipnosis Clínica se puede utilizar en el tratamiento del dolor, la depresión, ansiedad, estrés, trastornos del hábito y muchos otros problemas psicológicos y médicos. 

Puede no ser útil para cada uno de los problemas psicológicos o para todas las personas. La decisión de usar la hipnosis como un complemento al tratamiento sólo puede hacerse al analizar cada paciente en particular. 

La hipnosis se puede usar para tratar:

  • Fobias, miedos y ansiedades.
  • Cambio de hábitos no deseados.
  • Trastornos del sueño.
  • Depresión.
  • Estrés.
  • Trastorno de estrés postraumático.
  • Dolor crónico.
  • Tabaquismo.
  • Adicciones.

Mitos acerca de la hipnosis

Realmente, ninguna persona puede ser hipnotizada si no quiere y se resiste a ello, y en cualquier momento puede decidir abandonar el proceso. Además, la persona puede negarse a hacer lo que el terapeuta le pide durante la hipnosis, incluso puede mentir. 

La sensación de que nuestro cuerpo haga cosas que no estamos controlando  se sirve de un fenómeno psicológico llamado involuntariedad. Es la  percepción de que no tenemos control voluntario sobre los actos, como si  actuáramos automáticamente; pero sólo es una percepción, la realidad es  que sí hay control. En hipnosis creemos que tenemos menos control del que  realmente tenemos, porque estamos siendo influidos por otra persona. 

Aunque la vivencia pueda ser parecida a soñar despierto porque estamos empleando la imaginación, es un estado fisiológico diferente. De hecho, si la persona en estado de hipnosis empieza a tener sueño, bajará su activación física, y entonces o bien luchará para no dormirse (y esto va a dificultar atender a lo que pasa en sesión); o bien se quedará dormida, pero dejará de estar hipnotizado para estar dormido. Estar hipnotizado requiere estar activo y pueda implicarse en el proceso, manteniendo la atención en lo que el hipnotizador va sugiriendo y generando imágenes de lo que se está trabajando en sesión. Si se queda dormida, es imposible mantener la atención e implicarse, luego el psicólogo deja de tener influencia. 

Este es un mito parecido al del sueño, pero si una persona pierde la conciencia, dejaría de actuar y de ser sensible a lo que el hipnotizador esté trabajando en terapia; por tanto saldría de la hipnosis porque ya no puede ser influido por el hipnotizador. Además, si lo pensamos racionalmente, perder la conciencia/conocimiento sólo sucede cuando hay una ingesta desmedida de fármacos o alcohol, o bien ante un accidente, o un desmayo causado por problemas médicos. 

En ningún caso la hipnosis puede desencadenar una pérdida de consciencia.  Quizá desde lo que se muestra en los shows televisivos, parece que hay  personas que dicen no acordarse de nada tras una hipnosis, y en cierta  medida si se puede producir cierta amnesia, pero sólo con personas muy  sugestionables (con alta capacidad para ser hipnotizados). Además, la  memoria no funciona como un documento de Word que cada vez que se  accede a él está como lo dejamos la última vez; por el contrario, la memoria  es más como un documento de Google Drive en el que cada vez que  recordamos algo re-escribimos sobre él, no habiendo un recuerdo puro. De  hecho, en terapia trabajamos para dar otra visión a los recuerdos, y esto  mismo podemos hacerlo durante la hipnosis sin que por ello sea perjudicial. 

En todos los años de trayectoria que lleva investigándose en hipnosis, no se han encontrado casos en que haya habido riesgo para la salud psicológica y mental. Es importante que el psicólogo esté formado y la aplique con un objetivo concreto, según lo que necesita el paciente. 

También es frecuente creer que la hipnosis es pasiva, es decir, que el hipnotizado recibe unas instrucciones del hipnotizador y se deja influir por ellas sin hacer nada. Pero realmente, el hipnotizado participa con lo que piensa, siente, e imagina; y así favorece el proceso. También puede hacer lo contrario: dejar de atender a lo que dice el hipnotizador, dejar de implicarse o distraerse. En cualquier caso, al hipnotizado pone de su parte tanto para colaborar como para no cooperar en el proceso, por lo cual es importante para que funcione que tenga una actitud activa.

Realmente, sólo una persona formada puede aplicar las técnicas de hipnosis. Los psicólogos formados en hipnosis no tienen una habilidad especial para hipnotizar; simplemente, utilizan sus habilidades terapéuticas. Esto quiere decir eligen el momento adecuado para aplicar la técnica que convenga al paciente, y adaptarla a él. Pero no hay habilidades especiales para ello. De hecho, está demostrado que la cooperación del paciente en el proceso favorece la hipnosis, más allá de la técnica que el psicólogo esté empleando.