Se denomina Fobia Específica al miedo intenso a algo en concreto que en realidad no puede producir un daño real. Algunas de ellas se centran en lugares cerrados, altura, ascensores, túneles, conducir por autopistas, agua, volar, perros y heridas que sangran. Estas fobias no son miedos extremos, simplemente son miedos a algo en particular. Aunque los adultos con fobias se dan cuenta que estos miedos son irracionales, el simple hecho de afrontarlos o incluso pensar sobre ello, el objeto o situación de miedo provoca ya un ataque de pánico o bien una gran ansiedad.

El trastorno  se presenta por lo general dos veces más en mujeres que en hombres. Las causas no son del todo conocidas aunque existe la evidencia de que pueden intervenir factores genéticos. Estas fobias suelen aparecer durante la niñez o la adolescencia y tienen tendencia a persistir en la madurez.

Si el objeto del miedo es fácil de evitar, no precisa tratamiento. Sin embargo, en ocasiones el trastorno puede interferir en la propia vida o en la toma de decisiones tratando de evitar la situación fóbica y si esta evitación se lleva a extremos, puede llegar a ser discapacitante.

Las fobias específicas tienen un tratamiento sencillo con psicoterapia adaptada a cada caso.

Se denomina Fobia Específica al miedo intenso a algo en concreto que en realidad no puede producir un daño real. Algunas de ellas se centran en lugares cerrados, altura, ascensores, túneles, conducir por autopistas, agua, volar, perros y heridas que sangran. Estas fobias no son miedos extremos, simplemente son miedos a algo en particular. Aunque los adultos con fobias se dan cuenta que estos miedos son irracionales, el simple hecho de afrontarlos o incluso pensar sobre ello, el objeto o situación de miedo provoca ya un ataque de pánico o bien una gran ansiedad.

Se denomina Fobia Específica al miedo intenso a algo en concreto que en realidad no puede producir un daño real. Algunas de ellas se centran en lugares cerrados, altura, ascensores, túneles, conducir por autopistas, agua, volar, perros y heridas que sangran. Estas fobias no son miedos extremos, simplemente son miedos a algo en particular. Aunque los adultos con fobias se dan cuenta que estos miedos son irracionales, el simple hecho de afrontarlos o incluso pensar sobre ello, el objeto o situación de miedo provoca ya un ataque de pánico o bien una gran ansiedad.

El trastorno  se presenta por lo general dos veces más en mujeres que en hombres. Las causas no son del todo conocidas aunque existe la evidencia de que pueden intervenir factores genéticos. Estas fobias suelen aparecer durante la niñez o la adolescencia y tienen tendencia a persistir en la madurez.

Si el objeto del miedo es fácil de evitar, no precisa tratamiento. Sin embargo, en ocasiones el trastorno puede interferir en la propia vida o en la toma de decisiones tratando de evitar la situación fóbica y si esta evitación se lleva a extremos, puede llegar a ser discapacitante.

Las fobias específicas tienen un tratamiento sencillo con psicoterapia adaptada a cada caso.